Pan casero sin amasado

¡¡Hola cocinillas!! ¿Qué tal? Espero que estéis llevando este confinamiento lo mejor posible. Ahora que se limitan las salidas fuera de casa, ¿qué mejor que sacar un poco de tiempo para preparar nuestro propio pan casero? Este pan es super fácil de hacer, apenas requiere tiempo más allá de los tiempos de levado, y el resultado es para babear 😀

Esta receta la he sacado del libro “Pan casero” de Ibán Yarza. Lo tengo desde 2015, de ahí es la receta de la masa de pizza sin amasado, que sale de rechupete, y el libro no tiene desperdicio. Explica todo muy bien y es muy fácil de seguir. ¿Quieres saber cómo preparar este pan casero sin amasado?

Ingredientes para preparar pan casero sin amasado

  • 225 gr de harina de trigo
  • 225 gr de harina de trigo de fuerza
  • 50 gr de harina de trigo integral
  • 330 gr de agua templada
  • 1,5 gr de levadura seca de panadería o 5 gr de levadura fresca de panadería
  • 10 gr de sal

Cómo preparar pan casero sin amasado

Para preparar nuestro pan casero sin amasado, en un bol echamos las harinas. Añadimos la sal, la levadura y el agua templada. Si utilizamos levadura fresca, la disolvemos en el agua previamente.

Una vez tenemos todos nuestros ingredientes en el bol, los mezclamos hasta que quede una masa homogénea, no nos llevará mucho tiempo.

Después de mezclarlos bien nos quedará una masa pegajosa, como veis en la foto. Ahora, dejamos reposar la masa unos cinco minutos y procedemos a hacer un pliegue, cogiendo parte de la masa, estirando y poniéndola sobre el resto de la masa, como podéis ver en las imágenes de abajo. Ya tenemos parte de nuestra masa hecha. Ahora, ponemos un film transparente pincelado con aceite sobre la masa, tapamos con un trapo y metemos a la nevera toda la noche.

Al día siguiente volcamos nuestra masa sobre una superficie enharinada y procedemos a plegar la masa sobre sí misma. A continuación, cogemos una esquina de la masa y la llevamos hacia el centro de la misma, así hasta completar toda la periferia de nuestra bola de masa, de esta manera le aplicamos tensión. Finalmente, sellamos bien los pliegues que hemos hecho y le damos la vuelta a nuestra masa, dejándola sobre un papel de horno y tapamos con un trapo limpio. Dejamos levar durante dos horas en un ambiente cálido.

Una vez han pasado estas dos horas, debemos tener nuestro horno precalentado a 250 grados, con calor arriba y abajo. Antes de encender el horno, metemos una bandeja en la parte baja del horno y otra a media altura, que será donde pondremos nuestro pan. Si tenemos una piedra para hornear, genial, yo he puesto la masa sobre una bandeja metálica tal cual.

Si queremos darle un aspecto más rústico, espolvoreamos harina sobre la masa. Tras esto, procedemos al greñado con ayuda de una cuchilla para que la masa no rompa por donde quiera. Podemos hacer el greñado que queramos, cada vez que hago pan hago uno diferente 🙂 Metemos al horno y tenemos varias opciones para generar vapor: echar medio vaso de agua en la parte inferior del horno (hay que llevar mucho cuidado de no quemarnos), pulverizar agua en las paredes del horno, o echar un par de cubitos de hielo en la bandeja inferior del horno.

Dejamos durante 10 minutos a 250 grados, abrimos un poco la puerta del horno para que salga el vapor que se haya podido quedar acumulado (mi horno es muy viejo y no acumula el vapor, se va saliendo por la puerta del horno… Qué le vamos a hacer) y bajamos a 220 grados, dejándolo durante 30 minutos o hasta que veamos que ya tiene un color dorado nuestro pan. Si queremos una corteza más crujiente, una vez terminado el tiempo, dejamos un poco abierta la puerta del horno con el horno apagado durante unos 20 minutos. Ya lo tenemos listo 😀

Otra manera de realizar el levado del pan casero sin amasado

Si tenemos tiempo antes de meter nuestro pan a la nevera, podemos dejarlo una hora levar (con el film transparente aceitado por encima, para que no se reseque la masa) para que inicie la fermentación, y una vez que vemos que ha crecido la masa, meterlo a la nevera.

También podemos dejar el segundo levado dentro de un bol sobre un paño enharinado, con el pliegue hacia arriba y tapando con el trapo, como se ve en la imagen. A la hora de hornear, tendremos que sacar la masa y volcarla sobre papel de horno, dejando el pliegue abajo. Espolvoreamos más harina si queremos y hacemos los cortes del greñado. Hornear como en el caso anterior.

Consejos para preparar pan casero sin amasado

Si tenéis harina panificable (10% -11% de proteína), usadla en lugar de la harina de trigo y la de fuerza. Ahora mismo no tengo harina panificable, por eso mezclo las dos harinas para conseguir un porcentaje de proteína similar.

Puedes ir aumentando el porcentaje de harina integral en la masa a tu gusto. Yo voy incrementándola poco a poco, todo es probar. Este pan también puedes cocinarlo dentro de una cazuela de hierro o aluminio fundido, teniendo en cuenta que no tenga ninguna parte de plástico como las asas, y si utilizas la tapa, que esta no tenga nada que no pueda meterse al horno. Si no, puedes cubrir con papel de aluminio. En este caso no tendrás que crear vapor en el horno tras meter tu masa.

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