Croquetas de caldo de carne, receta de aprovechamiento

Si el otro día preparábamos un delicioso y reconfortante caldo casero y aprovechábamos las verduras para hacer una cremita, hoy vemos qué hacer con la carne para preparar estas riquísimas croquetas de caldo de carne.

Pero esta receta la puedes aprovechar para los restos de carne que tengas de un asado, del cocido… Dan un sabor muy bueno al estar la carne ya cocinada y aprovechamos los restos de otras preparaciones para crear unas deliciosas croquetas de chuparse los dedos.

¿Quieres saber cómo prepararlas? Toma nota 🙂

Croquetas de caldo de carne

Ingredientes para preparar croquetas de caldo de carne

  • 750 gr de leche
  • 70 gr de harina
  • 70 gr de mantequilla
  • Sal, pimienta negra molida, nuez moscada
  • Carne desmenuzada
  • Harina, huevo y pan rallado

Cómo preparar croquetas de caldo de carne

En primer lugar, calentamos la leche. Mientras tanto, en una sartén ponemos la mantequilla, y cuando esté derretida, echamos la harina. Con ayuda de unas varillas mezclamos bien y dejamos que la harina se haga. Añadimos la leche caliente y removemos bien, dejando que espese. Echamos la carne y seguimos mezclando con las varillas.

Ajustamos la mezcla de sal y añadimos un poco de pimienta negra recién molida y nuez moscada rallada si nos gusta.

Dejamos la masa en una fuente mediana y cubrimos con film transparente tocando la superficie, así evitamos formar costra. Dejamos enfriar y metemos en la nevera, mínimo 3 o 4 horas. Yo suelo dejarlo toda la noche.

Ahora preparamos el rebozado. En un plato ponemos harina, en otro dos huevos batidos con un chorrito de leche y en otro plato pan rallado. Formamos las croquetas con ayuda de dos cucharas soperas y pasamos por harina, luego por el huevo batido y finalmente por el pan rallado.

Una vez listas, puedes congelarlas o freírlas y comerlas en el momento. ¡¡Buen provecho!!

Consejos para preparar croquetas de caldo de carne

Para conseguir una bechamel sin grumos, calienta la leche y añádela a la mezcla de harina y mantequilla bien caliente, removiendo sin parar. Verás como de esta manera los grumitos no dan señales de vida.

Para enriquecer la bechamel, podemos utilizar parte del caldo para mezclar con la leche (entonces quitaríamos lo correspondiente a la leche, si añadimos un cucharón de caldo, quitamos un cucharón de leche). Recuerda calentar bien la mezcla para evitar los grumos.

Si te gusta que no se noten los trocitos de carne, puedes triturar la bechamel una vez hecha al haber mezclado con la carne, así tendrás una masa lisa y sin trocines.

Si quieres un rebozado más crujiente, prueba a hacer un doble rebozado: primero por harina, luego huevo, pan rallado, repetimos con el huevo y el pan rallado. O utiliza las diferentes variedades que tenemos disponibles en el mercado.

A la hora de freir las croquetas, no dejes el aceite demasiado caliente. Yo lo pongo a temperatura 6-7 de 9 niveles que tiene mi vitrocerámica.

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